Consejos para cuidar tus brackets

Desde Clínica Dental Moreno Benito siempre te recomendamos que no descuides tu higiene bucal, pero en mayor medida si has iniciado un tratamiento de ortodoncia. En estos casos, la higiene oral pasa a convertirse en una de las partes más importantes del tratamiento ¿por qué?

Si no realizamos una correcta limpieza corremos el riesgo de que aparezcan caries y se acumule el sarro llegando a inflamar las encías.

como cuidar brackets

¿Qué debes usar?

– Preferiblemente utiliza cepillos con cerdas en forma de V para que el cepillo llegue a las encías y cuyas cerdas sean suaves para no lastimar las partes blandas de tu boca. Mejor si complementas con un cepillo interproximal, algo más pequeño que ayude a remover la placa y el sarro en aquellas partes donde éste no puede llegar, limpiando espacios entre brackets y debajo de los alambres.

– Hilo dental. Se emplea con ayuda de un enhebrador, curvamos el hilo alrededor de cada diente formando una C y lo movemos despacio de arriba hacia abajo.

– Colutorio con flúor. Un enjuague diario por las noches después del cepillado nos ayudará a la prevención de la formación de caries dental y la protección  de la placa y gingivitis.

– Cera para brackets. Usada en aquellas partes de los brackets en que existe fricción con la mucosa de los labios y mejillas.

¿Qué pasos debes seguir?

  • Mantén el cepillo de dientes en un ángulo de 45 grados y presiona suavemente. Asegúrate de que el cepillo entre en contacto con la superficie de los dientes y las encías.
  • Cepilla la cara externa e interna de los dientes con movimientos cortos y repite el proceso en cada sección de tu boca.
  • Cepilla la cara interna de los dientes frontales inclinando el cepillo en sentido vertical y haciendo varios movimientos hacia arriba y hacia abajo.
  • Presta atención a las superficies alrededor y en el medio de los brackets, que es donde se acumula la placa.
  • Cepilla las superficies de masticación, la lengua y el paladar blando, y frota con un movimiento suave hacia adelante y hacia atrás.

De la saliva...¿sabías que?

 

La saliva es indispensable para poder mantener una óptima y correcta salud bucodental no sólo se encarga de ayudar en la digestión y procesamiento de los alimentos, también protege la superficie interna de la boca y los dientes gracias a su PH alcalino que neutraliza los ácidos producidos por la placa bacteriana resguarda la superficie interna de la boca; sirve para diagnosticar la diabetes, el cáncer oral y en general las enfermedades periodontales; aporta a los dientes el calcio y fosfato necesarios para remineralizarlos; es un poderoso depósito de flúor; y diluye y elimina los azúcares presentes en la boca.

 

saliva

Sabías que…

-       Segregamos entre uno y 1.5 litros al día.Si se produce menos de la mitad, es probable que se esté ante un caso de xerostomía (síndrome de la boca seca). Generalmente, los hombres segregan más cantidad de saliva que las mujeres.

-       Nos alerta en caso de deshidratación. Cuando disminuimos su producción, activa la señal de alerta del organismo mediante la sensación de sed para mantener el equilibrio hídrico.

-       Ayuda a detectar el sabor de los alimentos. Los receptores químicos de nuestras papilas gustativas únicamente pueden funcionar en un entorno líquido. Por ello, la saliva se encarga de humedecerlos para que puedan realizar su tarea correctamente, de ahí que al secar la lengua estos receptores se inhiban, y con ellos el sabor.

-       Por la noche producimos menos cantidad. La cantidad de saliva que segregamos depende, entre otros factores, del ciclo circadiano, de tal manera que por las noches es cuando menos producimos.

-       En más de un 99% es agua. Aunque es agua prácticamente en su totalidad, la saliva es una mezcla de fluidos orales que incluye secreciones de las glándulas salivares mayores y menores junto a otras como el fluido gingival crevicular –producido entre la encía y el diente–, secreciones nasales y bronquiales, derivados sanguíneos procedentes de heridas en la boca, productos bacterianos y víricos, células epiteliales descamadas, restos alimenticios… Toda una amalgama que, pese a todo, es inodora e incolora.

-       Los colutorios con alto nivel de alcohol pueden producir sequedad de los tejidos orales al modificar la cantidad y calidad de la saliva.

-       Refleja nuestro estado de ánimo. Cuando nos encontramos en una situación tensa u hostil se incrementa la cantidad de cortisol.

-       Durante la vida de una persona se pueden llegar a generar 43.000 litros.

¿Sabes cuál es el origen de la pasta de dientes?

La primera referencia conocida una pasta de dientes se encuentra en un manuscrito de Egipto en el siglo IV a.C. que establece una mezcla de polvo de sal, pimienta, hojas de menta, iris y flores, era llamada clister. Para fabricarla se mezclaba además, piedra pómez pulverizada, sal pimienta agua, uñas de buey, cáscara de huevo y mirra. En Grecia y Roma, las pastas de dientes estaban basada en orina humana, porque se consideraba que ésta contenía elementos blanqueadores. El médico latino Escribonius Largus inventó la pasta de dientes con ese fin, hace ya dos mil años. Su fórmula magistral era una mezcla de vinagre, miel, sal y cristal muy machacado.

Los huesos de pescado fueron utilizados por los chinos. En la Edad Media, los árabes utilizaban arena fina y piedra pómez como ingredientes en las fórmulas utilizadas para la limpieza de los dientes, sin embargo descubrieron que el uso de estos duros abrasivos perjudicaba el esmalte dental.

En 1842, un dentista llamado Peabody fue el primero en agregar jabón a la pasta de dientes. El primer dentífrico comercializado apareció en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII, en presentación de polvo o pasta envasado en cerámica.

En 1850, el doctor Washington Sheffield Wentworth, un cirujano dental y farmacéutico, inventó la primera pasta de dientes.

La pasta dental fluorada aparece en 1914 y es introducida a los países industrializados a finales de los años 60.

Muchas de las innovaciones en la pasta de dientes fueron después del avance del fluoruro, a partir de 1980 la atención se centró en otras dos problemáticas, el sarro y la hipersensibilidad dental. Así, alrededor de 1990 aparecen las pastas dentales dirigidas a eliminar el sarro y promover encías saludables al introducir el bicarbonato de sodio y otros ingredientes.

pasta de dientes

La evidente evolución científica y tecnológica de las pastas dentales nos lleva a la actualidad a observar en el mercado una amplia gama de opciones.

 

Alimentos que provocan mal aliento

La halitosis es un signo clínico caracterizado por el mal aliento y olor bucal desagradable que afecta a un 25% de la población.

Generalmente está provocada por descomposición de bacterias de restos de alimentos entre los dientes, aunque una deficiente higiene bucal también puede estar en el origen.

halitosis

Vamos a enumerar algunos alimentos pueden provocar halitosis y cómo:

  1. El ajo/cebolla- El compuesto sulfúrico deja huella en la lengua, pero a la vez se absorbe en el torrente sanguíneo de donde puede escapar libremente por la boca.
  2. Productos lácteos- La leche puede beneficiar al organismo, pero puede ensuciar la boca. Esto se debe a que las bacterias naturales de la lengua se alimentan de los aminoácidos que se encuentran en la leche y en los quesos,
  3. Atún enlatado- Los mariscos naturalmente comienzan a tener un olor agrio y fétido a medida que se oxidan, un proceso que de alguna manera se ve incrementado al almacenarse en una lata de metal.
  4. Rábano picante- El compuesto químico isotiocianato es lo que dota a este tubérculo  de un aroma y un sabor únicos que actúa como defensa natural frente a los animales hambrientos.
  5. El alcohol y el tabaco que favorecen la sequedad de la boca. Cuidado con los enjuagues bucales ya que es probable que si lleva un alto contenido de alcohol para diluir los compuestos químicos y aromatizantes que no son solubles en agua el resultado final sea el contrario al esperado…
  6. Productos con alto contenido en azúcares que pueden provocar  creación de placa en los dientes, caries así como problemas de encías.
  7. Alimentos muy ácidos ya que nuestra boca, de por sí, tiene un alto nivel de acidez que fomenta que el olor de la cavidad bucal sea más fuerte cuanto mayor sea el contenido ácido.

Potenciar el flujo salival por su efecto de limpieza y mantener una higiene bucodental adecuada, nos ayudará a impedir el efecto del mal aliento por ingesta de alimentos.

¿Por qué pueden doler los dientes?

El diente es un órgano vivo y, como tal, está formado por elementos sensitivos. La hipersensibilidad dental es muy frecuente, principalmente en personas por encima de los 35 años, y puede venir provocada por diversas causas.

Para entender por qué duele un diente hay que saber cómo está formado.

El diente está compuesto de un tejido duro mineralizado que se llamada dentina y que ocupa la mayor parte de la estructura del mismo. En su interior alberga una cavidad ocupada por la pulpa dental que contiene nervios, arterias y venas que aportan sensibilidad al diente. La dentina tiene unos túbulos muy finos que comunican el interior del nervio con la parte más externa de la dentina. Esos túbulos están llenos de un fluido y cuando se exponen al exterior, al frío o al calor provocan dolor ya que es el nervio el que directamente se ve afectado; esto se conoce como hiperemia pulpar, es decir, los vasos sanguíneos dentro de la pulpa, del corazón de cada diente, se inflaman y provocan dolor.

La dentina, a nivel de la corona, está cubierta por esmalte que es un tejido muy duro que protege de la sensibilidad provocada por el frío, el calor o ácidos.

Por tanto, cualquier  patología que haga que se pierda esmalte provocará sensibilidad al dejar expuestos los túbulos dentinales.

sensibilidad dental

¿Qué puede provocar que perdamos esmalte?

Malos hábitos higiénicos: si no nos cepillamos habitual y correctamente  o lo hacemos con fibras inadecuadas o pasta abrasivas es muy fácil que suframos caries o  provoquemos directamente que el esmalte se discontinúe y que los alimentos puedan penetrar a través de los poros llegando a la dentina.

Periodontitis que destruye hueso dejando expuesta la raíz del diente que, como sabemos, no está protegida por el esmalte.

Traumatismos o golpes. Al sufrir un traumatismo o darnos un golpe perdemos parte de la capa protectora superficial del diente, el  esmalte, por lo que se deja expuesta la dentina que, como ya se ha dicho, es muy sensible.

Alimentos ácidos y bebidas carbonatadas. Hay que tener cuidado con consumir en exceso este tipo de productos ya  que provocan la desmineralización del esmalte. 

El Bruxismo: al apretar o rechinar los dientes provocamos desgaste en la superficie del esmalte

El ácido clorhídrico que expulsamos al vomitar es tremendamente corrosivo con la superficie del esmalte.

Incluso los propios tratamientos realizados por los especialistas pueden provocar sensibilidad dental. Al tallar una muela para colocar una funda, limpiar una carie, realizar un tratamiento periodontal para eliminar sarro o tras un blanqueamiento nos aproximamos al nervio lo que provoca cierta sensibilidad.

El mejor tratamiento es la prevención, llevar una buena higiene para no tener caries y periodontitis así como técnicas de relajación para evitar el bruxismo, para evitar que el paciente no libere la tensión emocional  rechinando los dientes y acabe por desgastar el esmalte. Una vida sana también nos ayudará a evitar la hipersensibilidad dental provocada por pérdida de esmalte.

 

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